miércoles, 18 de julio de 2012

Rudi Torga


Rudi Torga(1938-2002)
Lo conocí en la oficina de Tadeo Zarratea en la década de los 80. Yo era entonces director  de la Revista Bilingue de Cultura Ñemitÿ recientemente cofundada con Natalia de Canese, Zarratea y quien escribe estas líneas, puedo decir que allí nació nuestra amistad que se cimentó sobre la base de la sinceridad y el respeto.
Su porte sereno me inspiró confianza para solicitarle algunas obras para incluir en la nobel revista a lo que él respondió “la che rembiapokue niko penemba'énte voi, pejapo chugui pejaposéva (Mi trabajo es de ustedes hagan de él lo que quieran) Tadeo estaba revisando los poemas de Rudi escritos en papel diario, de inmediato seleccionamos algunos para su publicación. Desde entonces se convirtió en colaborador permanente de la citada revista.
Rudi fue un promotor de la cultura como ninguno, su trabajo en la Misión de Amistad fue fundamental para  los campesinos, indígenas y para los que no tenían ninguna posibilidad de acercarse al arte, desde allí  le cumplió los sueños a varios compatriotas.
Su trabajo en la Dirección de Cultura Popular de la Subsecretaría de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura le sirvió para impulsar la publicación de varios libros de autores populares, quienes nunca soñaron con la edición de sus trabajos.
Para la literatura paraguaya en guaraní publicó Mandu'arä, un poemario que recogió gran parte de su obra poética. La poesía de Rudi está ligada a la música, casi todos sus poesías tienen música.
Elaboró y publicó una “Antología de las mejores poesías en guaraní “ y una “Antología de del Teatro Clásico en Guarani”.
Rudi tradujo al Guaraní la obra del Premio Nobel Camilo José Cela “La familia de Pascual Duarte” con el nombre de “Pascual Duarte Rekovekue, de gran repercusión en el ámbito cultural de nuestro país y del exterior.
Torga es merecedor de grandes homenajes por  su entrega total a las actividades populares y su lucha por jerarquizar la lengua guaraní.
Ko'ágä rohechaga'u che irü, reime che ykére jepiveroguáicha chemokyre'ÿ che rembiapópe.Ne ra'anga pukavymeméva otytýi che mandu'ápe. Hoy te extraño amigo, estás a mi lado como antes animándome en mis esfuerzos. Tu figura con una alegre sonrisa late en mi recuerdo.

FELICIANO ACOSTA, el poeta de la síntesis extrema

Por Tadeo Zarratea

FELICIANO ACOSTA, el poeta de la síntesis extrema

Feliciano Acosta Alcaraz, Concepción, 9 de junio de 1943, emigrado a la capital, Asunción, en plena juventud.  Comenzó ya de adulto a estudiar el idioma guaraní, su lengua materna, a nivel académico y se dedicó enteramente a la docencia del idioma hasta convertirla en su actividad principal.  
Obras
Se inició en literatura guaraní recopilando cuentos populares orales y ensayando narrativa de ficción, pero finalmente desembocó en la poesía, forma literaria que prevalece en su producción.  Sus primeros poemas aparecieron en los números 3, 5 y 6 de la Revista Ñemitÿ, especializada en lingüística, que llegó a publicarse un total de 40 números bajo su dirección, con la coordinación que ejercí yo y el gran esfuerzo de Natalia Krivoshein de Canesse.  Su primer poemario Ñe’ë Ryrýi fue editado en el año 1983. Le siguieron a esta obra: Ka’i Rekovekue. La vida de ca’i en 1994, Ñe’ëporähaipyre, en 1995; Muã Sa Vera, en 1996; Pyambu en 1999; Tape Yvyku’i, en 2001; Mandu’a Rendy, en 2002; Mombe’u. Momba’e, en 2003; Maravichu, maravichu, y Kujererã, en 2004; Ka'i guata pyta’ÿ, Ñe’ëmombo. Relación relación…, y Ñe’ëpoty Aty, en 2005; Mombyryete Mombyry, en 2006; Ñe’ë ryrýi ryryive, en 2009, y otras más.
  
Perfil poético 
Feliciano Acosta comprende perfectamente que el lenguaje de la poesía no es el lenguaje lógico sino el figurado o simbólico. Los signos lingüísticos son para él meros instrumentos para construir ideas directamente con las imágenes. Sus versos son extremadamente concisos, breves y terminantes. Podríamos decir que es el poeta de la síntesis extrema, de la condensación más compacta. Su lenguaje es preciso como un telegrama. A sus poemas no se les puede agregar nada y mucho menos quitar; están dados con exactitud matemática; son unos comprimidos poéticos, cuyo efecto se hará sentir o no en el lector o escucha, pero no en las esferas sensoriales sino en el campo del entendimiento o del sentimiento.
He aquí un ejemplo:
Che ahy’ópe oryrýi che ñe’ë
Che ñe’ë  osëséva ombokua yvytu.
Con la descripción de esta flecha aprisionada en su garganta con ansias de perforar lo más diáfano y liberar su palabra, delata que el poema está escrito en tiempos de una férrea dictadura política. Son las ansiedades y los ensueños del hombre, atado a una realidad ineluctable: la falta de libertad. Luego viene la resignación: “Ha katu iporäve, che ahy’ópe omano”. Auto censura y resignación meramente aparentes, porque el poeta acaba de decir su verdad. Si no nos dijera su verdad no sentiríamos la belleza del poema. Todo está expresado aquí pero en lenguaje poético, es decir, apenas sugerido, leve, transparente, pero total.
Este poeta sabe que la poesía no es llamar a las cosas por sus nombres sino dar nombre nuevo a las cosas, a los pensamientos, a los sentimientos y las ideas. Sabe que la poesía sirve para comunicarse por medio de un lenguaje simbólico; para remover la imaginación, lograr que se comparta un sentimiento y se deleite el intelecto del lector.


La forma en su poesía


Acosta se halla totalmente desvinculado de las formas clásicas. No utiliza las estrofas, el metro ni la rima; no le interesa la sonoridad del lenguaje, porque no hace poesía con los sonidos de las palabras, sino con las imágenes construidas dentro de un sistema simbólico. Tampoco usa los recursos literarios clásicos como la comparación, la onomatopeya, la perífrasis, el hipérbaton, etc.  Por todo ello y pese a su origen campesino Feliciano Acosta no trasunta en sus poemas el escenario campesino; más bien es poeta de ciudad, hace poesía urbana, rara especie en guaraní. Quizás por ello se halle ausente en sus poemas ese elemento tan guaraní, tan paraguayo y campesino, que es la cadencia con la cual se expresa la parsimoniosa vida de la gente del campo.   
Las herramientas de Feliciano son la metáfora, la metonimia, la sinécdoque y su especialidad las imágenes sensoriales y los símbolos. En cuanto a la forma, es irreverente con la regularidad del acento rítmico, porque su ritmo es quebrado. Imprime a sus poemas un ritmo propio y diferente en cada caso. En una palabra, construye continente y contenido a un mismo tiempo. Sus poemas no son apropiados para ser escuchados sino mas bien para leerlos en silencio y darse unos deleites muy sutiles.
Tadeo Zarratea

Noviembre de 2011
Extraido del blog MBATOVI (http://mbatovi.blogspot.com/2011/11/feliciano-acosta-el-poeta-de-la.html)